Innovación y Startups

¿Es buen negocio invertir en startups?

Pese al interés y entrada de nuevos actores, expertos llaman a considerar los factores y mitigar los riesgos asociados.

Por: Renato Olmos | Publicado: Lunes 29 de enero de 2024 a las 04:00 hrs.
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Magdalena Guzmán, directora ejecutiva de la Asociación Chilena de Venture Capital. Claudio Barahona, managing partner de Alaya Capital.
Magdalena Guzmán, directora ejecutiva de la Asociación Chilena de Venture Capital. Claudio Barahona, managing partner de Alaya Capital.

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La industria del venture capital (capital de riesgo) en el país ha experimentado una inédita alza desde comienzos de la década. Si en 2020, según datos de la Asociación Chilena de Venture Capital (ACVC), se invirtieron US$ 160 millones en startups, los dos años siguientes la cifra superó la barrera de los US$ 1.000 millones en cada uno.

A pesar de anotar una merma en 2023, es una industria en ascenso, pero expertos ligados al ecosistema llaman a considerar una serie de factores a la hora de invertir considerando los altos niveles de riesgo. “Es un buen negocio para la gente que sabe de inversión en startups”, señaló el managing partner de Alaya Capital, Claudio Barahona.

El ejecutivo, que cuenta con 15 años en la industria del venture capital, comentó que el principal riesgo es que la inversión no arroje rentabilidad.

“Si invierto en un departamento tengo algo que vender y recuperar, algo palpable y que se transa. Si inviertes en una startup, existe una alta probabilidad de que nunca más veas esa plata de vuelta, porque el riesgo es muy alto y no hay activos para liquidar”, dijo.

Por otro lado, la directora ejecutiva de la ACVC, Magdalena Guzmán, señaló que se trata de “un buen negocio”, pero con riesgos asociados.

Hizo hincapié en las diferencias con vehículos de inversión más tradicionales, como los fondos mutuos o depósitos a plazo.

“Lo principal es que es una inversión súper desconocida, conlleva en la gran mayoría de los casos tecnologías y desarrollo inexplorado de por medio. Además, es a largo plazo, es importante considerar eso y que no tienes cómo sacar el capital, o sea es ilíquido”, agregó la ejecutiva.

En cuanto a rentabilidad, Guzmán señaló -en base a Alumni Ventures- que este índice ha llegado a entre el 20% y 25% en el caso de las firmas de venture capital más destacadas del mundo en los últimos 25 años.

Barahona se plegó y dijo que si bien el riesgo a la hora de invertir en startups es alto, el retorno también podría serlo en caso de ser exitoso. “Se busca retornar tres o cinco veces el fondo”, afirmó.

Mitigar los riesgos

Al ser inversiones que conllevan altos niveles de riesgo, tanto Guzmán como Barahona señalaron que es clave tener una estrategia para mitigarlos.

Guzmán, de la ACVC, comentó que una de las principales maneras en las que las firmas de venture capital lo logran es a través de la diversificación de sus inversiones.

“Parte de su tesis de inversión es diversificar el capital en decenas de startups. Otra arista es que hacen un due dilligence bastante exhaustivo a las firmas, una manera muy importante para mitigar el riesgo. También está la coinversión entre dos fondos, algo que hemos fomentado en la asociación”, comentó.

En tanto, Barahona agregó -además de diversificar las inversiones- tener “tolerancia a la frustración” debido a los largos y minuciosos procesos para seleccionar, evaluar y decidir invertir en una startup y que esta sea exitosa, y asesorarse con expertos con una estrategia “clara”.

Nuevos actores

El aumento en la inversión en startups también ha despertado el apetito de nuevos actores que se han ido sumando paulatinamente a este ecosistema, como corporativos, family offices e, incluso, bancos con fondos de deuda.

“Cada uno entra con distintas intenciones”, comentó al respecto Barahona, de Alaya Capital. “Los corporativos porque necesitan innovar mediante startups para sobrevivir y los family offices para diversificar sus inversiones”.

Sin embargo, pese a calificar la entrada de nuevos actores como “súper positivo” para la industria, levantó una alerta: que no se convierta en “capital turista”.

“Me refiero a gente que dice ‘está de moda, me voy a meter’ y no con una buena estrategia. Al final la experiencia va a ser mala y tendrán malos resultados por no hacerlo de manera dedicada y con gente que conozca del tema”, afirmó.

Guzmán, de la ACVC, tuvo una mirada similar y dijo que se trata de una mezcla de capital turista e interés genuino por invertir.

“Llama la atención el efecto que tuvo la pandemia en la industria, con cambios de rutina y mucha tecnología. ¿Qué es lo que pasó con los family offices? Vieron casos como Cornershop, Betterfly y NotCo y dijeron ‘se nos pasaron buenos negocios’ y ahora están desde la vereda que no quieren dejar pasar una buena oportunidad”, comentó.

Agregó que varios actores se han acercado a la ACVC para “entender más el activo” e incluso invertir en fondos de capital de riesgo tras experiencias previas sumándose a rondas.

“Todavía hay capital turista, pero muchos de ellos han hecho una bajada más profesional y entendieron lo que se necesita para manejar esto y que se convierta en un buen negocio”, señaló.

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